martes, 10 de febrero de 2009

Amancebamiento...

Parece ser otra,
pero estoy alucinando
veo la imagen de
la niña triste que conocí
un día y ahora
después de amarme
se torno infeliz.
Amor, perdoname.
Jamás te mentí...
Vamos a amancebarnos,
aunque sea yo un timido incorruptible.
Sólo mirandonos,
sólo sabiendo lo que uno espera del otro.

Soy un mancebo gentil
y comprometido con el amor verdadero
que aún está conmigo
y sé se tornará eterno.

Pero esto no impide un
roce secreto de sueños
ajenos.

Vamos a amancebarnos,
seamos confidentes por un rato
y luego lo olvidamos.

No quiero lastimarte
ni curar las heridas que ya
llevas en tu pecho
y se proyectan en tu mirada
perdida en el suelo
mientras escuchas
callada, timida y cierto
concentrada en la voz que
ebría aclama tu pupila
de manera inentendible.

No quiero lastimarme
ni contarte el porque de
este sufrimiento
que corre por mis mejillas
y se evapora de mi cuerpo
mientras grito ebrío
que necesito consuelo
con los ojos cerrados,
con los labios muertos
y la mano en el aire
que intenta de cualquier manera
tocarte.

No quiero lastimarla
ya suficiente tuvo antes
y ahora que la miro
tan pura, tan distante,
tan confusa,
confundible,
confundida,
quiero acercarme.

No quiero lastimarme
ya suficiente con su
amor tuve
y ahora que la miro
tan pura, tan distante,
tan confusa,
confundible,
confundida,
quiero alejarme...

1 comentario:

  1. Parece ser otra,
    pero estoy alucinando
    veo la imagen de
    la niña triste que conocí
    un día y ahora
    después de amarme
    se torno infeliz.
    Amor, perdoname.
    Jamás te mentí...

    ResponderEliminar